Lo confieso, no muero por las redes sociales. Y últimamente he dedicado escaso margen vital a ellas (por imposibilidad para multiplicarme), haciendo caso omiso de las advertencias de la gente que te quiere: “¡¡Estrella, hay que estar al día!!”. Déjenme explicarme. Intentar ser mujer emprendedora en el siglo XXI, y procurar una vida basada en el placer hedónico de las letras, la gastrosofía…