cabecerablog

Elementos filtrados por fecha: Febrero 2024

Esta receta la he reinterpretado de forma libre a raíz de un plato que probé hace poco en París, en una noche de ésas que no tienes ni la menor idea de cómo acabará, ni te importa. Bastille y Oberkampf son barrios que ofrecen multitud de propuestas culturales, y también bares como éste, en los que comer es compatible con una sesión en directo de electrónica y cocteleros que amenizan el cotarro.

Y si a esto añadimos la presencia de dos amigas medulares, cuyos inicios de adultez, al igual que el mío, se forjaron en este país, la realidad nos devuelve una bocanada de aire fresco, un bálsamo entre tanta dificultad acontecida. Porque Luci ahora quiere seguir bailando, cantando y no bajar de ese taxi que nos recogió en el Canal de Saint Martin. 

Ah.. les nuits parisiennes, ça me manque fort. 

He decir que la receta original estaba increíble con el toque de aceite de avellana que yo aquí no he puesto, pero sinceramente, me quedo con esta versión freestyle más llena de color.  

Por cierto, creo fundamental que este plato sea disfrutado con buena música, pienso en Louise Attaque, que nunca deja de acompañarme en mis idas y venidas a Francia. Seguiré defendiendo que comer nunca será sólo comer, y todo lo que lo envuelve, le otorga un sentido, lo completa.

Así que, si la nostalgia de sentirte rodeada de ambiente parisino y cultura francófona te resulta insoportable, haz la maleta y sumérgete allí unos días (también sirve cualquier otro lugar en el que sientas que todo está bien, que sin saber muy bien por qué, todo encaja). Siempre puedes cocinar a la vuelta, impregnada de la ligereza que aporta viajar. 

Ingredientes para 4 personas

  • 2 boniatos grandecitos
  • 2 cebollas moradas
  • 2-3 zanahorias
  • Puñado de frutos secos (nueces, almendras, avellanas...)
  • 125g yogur griego natural
  • 100g queso feta DOP (Denominación de Origen Protegida)
  • Medio limón
  • Manojo de cilantro fresco
  • Canónigos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra (a ser posible en molinillo) y tomillo

Elaboración

Precalienta el horno a 200 ºC durante 10 mintuos.

Mientras tanto, lava muy bien los boniatos y sin quitarles la piel, córtalos en dos mitades transversales. Lava bien las zanahorias (no las cortes ni elimines la piel). Pela las cebollas, y córtalas en mitades. 

En una bandeja de horno con un papel vegetal encima, colócalo todo y hornea durante unos 12 minutos a 200ºC (la idea es que alcancen una textura blanda y tierna, pero no demasiado asados). 

Paralelamente, prepara la salsa: en un bol añade el yogur y el queso, tritura con un tenedor (no es necesario que quede totalmente homogéneo, sino que se perciban los grumos del queso), incorporar el zumo de medio limón pequeñito y muele un poco de pimienta negra y tomillo.  

Una vez asados los boniatos, zanahorias y cebollas (éstas quedarán más crujientes), déjalos reposar unos minutos, y sin apagar el horno, elimina el papel vegetal anterior y sobre la bandeja metálica coloca un buen puñado de frutos secos. Tuéstalos durante 2-3 minutos a 220ºC con mucho cuidado de que no se quemen y sácalos. 

Boniatos asados 1

 

 

Montaje del plato: 

Te recomiendo un plato bastante grande para que el impacto visual sea aun mayor. 

Sobre una base de canónigos, coloca las mitades de boniatos intercalándolas y con suficiente espacio de separación, de las zanahorias y trozos de cebolla morada. 

Añade unas cucharadas de la salsa de yogur por encima de los boniatos. 

Con el molinillo de pimienta, dale un toque por encima a todos ellos, y por último, incorpora los frutos secos aún calentitos recién tostados y unas ramitas de cilantro. 

 

Et voilá! .... Bon appétit!

   Boniatos asados 2

 

 

 

 

 

 

Publicado en Recetas

¿Consiste la Intolerancia a la lactosa (IL) únicamente en retirar la lactosa de la dieta? ¿Qué consejo damos a la persona que acaban de diagnosticar de IL?

¿Es la recuperación del INTESTINO el punto de partida? ¿Qué papel tiene la MICROBIOTA en todo esto?

Hablamos de antinutrientes, biodisponibilidad y ENFERMEDAD CELIACA. 

Y por supuesto de emociones y trastornos alimentarios, porque también hay mucho que hablar en las patologías digestivas. 

El estrés y otros factores emocionales pueden influir en la salud gastrointestinal. De hecho, el estrés crónico puede aumentar los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
WhatsApp Image 2024 02 04 at 22.05.04 1 copia

La IL desde UNA MIRADA MÁS AMPLIA, que va más allá de la propia LACTOSA. 

Hace 15 años, la IL era bastante desconocida. Era poco habitual manifestar la condición de intolerante en el bar o el restaurante e incluso, entre personas cercanas, de nuestro entorno. Para muchos intolerantes, tener que dar explicaciones era un motivo de incomodidad. Casi explicaban su condición con vergüenza. Fue desde el inicio del proyecto de Nutrimente que me puse en contacto con ADILAC, porque creía necesaria la sinergia entre profesionales para dar voz a esta intolerancia.

Una entrevista del periodista Manel Torrejón para la Asociación de Intolerantes a la lactosa de España (ADILAC). 
Gracias por vuestro trabajo



   Puedes leer la entrevista completa aquí 

Publicado en Digestivo y microbiota

Este sitio usa Cookies de seguimiento para poder recolectar estadísticas anónimas de nuestros visitantes por parte de Google Analytics. ¿Desea permitirlo?