Se hace evidente (e irrevocable) la necesidad de desarrollar estudios que investiguen aspectos clave para la salud de las mujeres, siendo un campo que tradicionalmente ha sido ignorado o asimilado a la investigación hecha en hombres.
Sabemos, por ejemplo, que la diversidad microbiana está alterada en el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), el embarazo y la menopausia
Y además, también vemos que otros factores influyen de manera evidente:
Todo ello, NO HACE SINO POTENCIAR ESTE DESEQUILIBRIO MICROBIANO
«Con información precisa sería posible identificar qué alimentos potenciar durante la menstruación o cuáles favorecerían la presencia de bacterias que nos protejan de infecciones vaginales»
En España, se ha iniciado el Proyecto MANUELA (CSIC), cuyo objetivo es combatir la desinformación sobre la salud de las mujeres mediante el análisis de la microbiota y la consideración de factores como la dieta y el estilo de vida.
Falta mucha investigación para entender con profundidad todos los procesos biológicos que ocurren en nuestros cuerpos.
A raíz de un reportaje en la Revista Lecturas, sección de Salud (en papel) en el que me invitaron a colaborar, he aprovechado para recopilar algunas reflexiones aquí.
Me llamaron para aportar mi experiencia en consulta en relación al sesgo de género en investigación y microbiota, a raíz del Proyecto MANUELA. Y me dio mucha satisfacción, para qué negarlo.
Es un entramado complejo la interrelación de los temas a los que dedico toda mi atención clínica y estudio en este momento:
Microbiota, mujer, insatisfacción corporal, sesgo de peso, relación de sufrimiento con la comida y con el cuerpo.
Es fantástico comprobar que estos temas por fin estén empezando a ser objeto de publicaciones en medios a priori ajenos, como éste.
A la espera de mapear la MICROBIOTA de las mujeres y su relación con la ALIMENTACIÓN Y SALUD considero fundamental trabajar de forma individual con cada mujer, colocando el foco principal en su ALIMENTACIÓN, SALUD EMOCIONAL, HORMONAL Y ACTIVIDAD FÍSICA
El verano está a punto de irrumpir en nuestras vidas y el salmorejo de remolacha es una de esas recetas que llegado el momento, se convierten en piloto automático y la hago hasta aburrirme (y aburrir a los demás). Confieso que cada vez la preparo de una manera distinta, en realidad, cada día soy más anárquica en la cocina, es un acto de insurrección que me permito en estos tiempos que corren.
Salmorejos hay de todos colores y texturas (por ejemplo gazpacho de cerezas y albahaca), si eres de los que prefiere la receta tradicional, también está bien, pero entonces olvídate de ésta, que es bastante más dulce y con una textura algo distinta. Pero el sabor terroso de la remolacha bien fría, combinado con el crujiente de semillas, y el inexcusable toque de vinagre que te conecta con la esencia del gazpacho, es una sugerencia nada desdeñable.
Creo que la insistencia en educación nutricional no es tan efectiva como la invitación a la reflexión a través de la persuasión y la argumentación.
La fibra prebiótica de la remolacha es un excelente sustrato para las bacterias de nuestro intestino, la ya afamada microbiota intestinal. Gracias a este tipo de fibra, conseguimos que un tipo de bacterias proliferen frente a las patógenas. Tenemos pocas certezas en nutrición y nos pasamos la vida desmintiendo aquello que dijimos tiempo atrás. Veis, también aquí sería muy necesaria la insurrección, y dar carpetazo de una vez a tantas tonterías que en nombre de la nutrición se han dicho en las últimas décadas.
Pero en el caso concreto de la microbiota, intuyo que hemos abierto una senda investigadora que ya no tiene vuelta atrás y cambiará por completo lo que entendíamos por salud y nutrición.
Así que hacer lo posible por nutrirla bien y buscar ese equilibrio en el ecosistema bacteriano, igual no es tan mal opción.
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
Si las remolachas ya están cocidas, sólo tendrás que meterlas en el vaso de batidora junto con el resto de hortalizas, el puñado de pipas de calabaza, el vinagre de manzana, una cucharadita pequeña de comino molido y sal al gusto.
NOTAS IMPORTANTES:
Añade el aceite de oliva para el final, mientras estás batiendo para que emulsione y la textura final sea mucho más cremosa. Yo añadí por lo menos 2 dedos de un vaso.
El puñado de pipas de calabaza hace que la textura sea más untuosa.
Dejar reposar en la nevera al menos media hora antes de comer.
Para servir, añade un buen puñado de semillas y pipas de calabaza, y cómelo muy frío.
¿Consiste la Intolerancia a la lactosa (IL) únicamente en retirar la lactosa de la dieta? ¿Qué consejo damos a la persona que acaban de diagnosticar de IL?
¿Es la recuperación del INTESTINO el punto de partida? ¿Qué papel tiene la MICROBIOTA en todo esto?
Hablamos de antinutrientes, biodisponibilidad y ENFERMEDAD CELIACA.
Y por supuesto de emociones y trastornos alimentarios, porque también hay mucho que hablar en las patologías digestivas.
El estrés y otros factores emocionales pueden influir en la salud gastrointestinal. De hecho, el estrés crónico puede aumentar los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
La IL desde UNA MIRADA MÁS AMPLIA, que va más allá de la propia LACTOSA.
Hace 15 años, la IL era bastante desconocida. Era poco habitual manifestar la condición de intolerante en el bar o el restaurante e incluso, entre personas cercanas, de nuestro entorno. Para muchos intolerantes, tener que dar explicaciones era un motivo de incomodidad. Casi explicaban su condición con vergüenza. Fue desde el inicio del proyecto de Nutrimente que me puse en contacto con ADILAC, porque creía necesaria la sinergia entre profesionales para dar voz a esta intolerancia.
Una entrevista del periodista Manel Torrejón para la Asociación de Intolerantes a la lactosa de España (ADILAC).
Gracias por vuestro trabajo
Puedes leer la entrevista completa aquí
En una nueva colaboración como Dietista-Nutricionista y asesora de ADILAC, la Asociación de Intolerantes a la Lactosa de España, he elaborado este artículo sobre intolerancia a la lactosa y probióticos para la sección Adinew. Esta es una sección para los que quieren profundizar en la intolerancia a la lactosa y consultar artículos en profundidad elaborados por especialistas acerca de diferentes temas relacionados con la IL.
El texto plantea una revisión de la literatura científica en torno al consumo de lácteos fermentados, la suplementación con probióticos y algunas vitaminas, y lógicamente, en torno a la microbiota y el estilo de vida. Revisiones sistemáticas y ensayos clínicos que revelan algunos resultados interesantes, con el fin de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas intolerantes, más allá de la mera retirada de la lactosa de su alimentación.
Puedes acceder al artículo completo pinchando AQUÍ