No me digáis que no, el tartar de salmón y aguacate es el plato o tapa por excelencia que aparece a día de hoy, en todas las cartas de bares y restaurantes "modernitos". Al igual que el pulpo con parmentier de patata, el tataki de atún o las mini hamburguesitas de buey. ¿Qué pasa? ¿Hemos perdido la creatividad? No hombre no.
No voy a engañar a nadie diciendo que yo no pida tartar, claro que lo hago, pero al mismo tiempo, hay que variar un poco para no abandonarse a la rutina. En este caso, cuando ayer llegué a mi casa después de todo el día de consultas, en una semana en la que trabajaré todas las horas extras que un día puede albergar... decidí que tenía que comer algo que me motivara a grandes dosis. Y en la nevera, era esto lo que tenía. Al principio pensé en una tortilla de calabacín y cebolleta, que es una debilidad personal que me emociona (en realidad no sé bien por qué, pero me resulta un auténtico manjar). Pero miré al aguacate, él me miró a mí, y ambos pensamos que no debía quedarse allí en el frutero, relegado al mayor desprecio que puede sufrir un aguacate, esperar a que lentamente vaya pasando al estado decrépito/pocho. Así que me decidí a preparar esta recetita improvisada.
TARTAR DE CALABACÍN (CRUDO) Y AGUACATE CON VINAGRETA DE ENELDO
Ingredientes para 2 personas:
- 1 calabacín grande
- 1 aguacate grande en su punto
- 1 cebolleta
- 1 huevo cocido
- 1 cucharada sopera de mostaza
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada sopera de vinagre de manzana
- Eneldo
Elaboración:
En un bol pequeño, añadir la mostaza, aceite, vinagre y eneldo, y batir enérgicamente con las varillas (manual o eléctrica), hasta conseguir una emulsión. Reservar en la nevera.
Por otro lado, lavar el calabacín y cortar en dados muy pequeños (crudo). Echar en un bol. Picar la cebolleta fina y añadir. Pelar el aguacate, dividirlo en dos mitades para eliminarle más fácilmente el hueso. Cortarlo en dados. Incorporar al bol anterior. Cortar en dados el huevo cocido, y unir a los calabacines, cebolleta y aguacate. Y por último, mezclar todo con la salsa vinagreta preparada. Refrigerar durante una media hora, para que los ingredientes vayan tomando su sabor. Si vas con prisa, pues con 10 minutillos te vale, al menos para dejar que asiente un poco.
Pasado ese tiempo, sobre un plato grande, colocar un molde para tartar (en mi caso, yo he utilizado un molde cuadrado metálico) e ir rellenando con la mezcla. Decorar con eneldo y huevo rallado, y servir frío.
Este plato tiene un aporte de proteína de alto valor biológico del huevo, al utilizar vegetales crudos, no perdemos su aporte vitamínico, en especial la vitamina C. El aguacate y el aceite de oliva virgen son los aportes de grasa monoinsaturada y antioxidantes de este exquisito plato. Si queremos añadir un acompañamiento más, va perfecto un poco de hummus con sus bastoncitos de zanahoria o cualquier otra crudité de verdura.
NOTAS:
1. El calabacín crudo es una opción que no se utiliza mucho, y resulta exquisito. En láminas finas en una ensalada, en bastoncitos para acompañar el hummus, o en este delicioso tartar.
2. El aguacate tienes que cogerlo en su punto exacto de maduración. Hay muchas variedades de aguacate, en principio, me refiero a la Hass, la más vendida en España, de piel rugosa y oscura. Cuando va alcanzando un color verde azulado oscuro, y puedes hundir ligeramente los dedos al tocarlom está perfecto para su consumo. Pero en ningún caso debe estar duro, pues sería un auténtico desperdicio.
De izq. a dcha.: Bacon, Fuerte, Gwen, Hass, Lamb Hass, Pinkerton, Reed, Zutano
Fuente: blog.sigonas.com
Y después de comerte esto, parece que la vida se ve de otra manera. El placer está asegurado.