Como continuación de la fiesta cumpleañera que relataba el otro día (magdalenas de pistacho y cardamomo), sigo ahora con la otra parte de la obra, en este caso, unos donuts caseros, tomando la idea del Chef Bosquet. La mezcla de plátano y chocolate negro es un clásico al que no podía resistirme (enlace a la receta original), y lógicamente el resultado alcanzó las expectativas. Pero la sorpresa fue con el de boniato y naranja, una explosión de sabor dulce y cítrico muy aromático (enlace a la receta original). De hecho, la cobertura de chocolate blanco que añadí podría incluso ser prescindible, y quedar unos bizcochitos más que dignos.
Yo he hecho algunas adaptaciones basándome en la idea original y que agradezco igualmente haber descubierto, porque lo cierto es que son recetas sencillas y lo más importante, muy resultonas para una fiesta (recordemos que estamos en modo aprovechar lo que nos venga, y de un cumple pandémico debemos sacar todo el jugo).
En la receta de magdalenas reivindicaba la opción de añadir azúcar a ese dulce, sin más, y por contrastar y así hay un poco de todo, éstas llevan el azúcar naturalmente presente del plátano y plátano macho, y por otro lado del boniato y dátiles. Ni qué decir tiene que el aceite de coco da un sabor especial y potencia el sabor dulce, además.
INGREDIENTES (6 donuts de plátano y chocolate negro)
Para la cobertura
ELABORACIÓN
Tritura todos los ingredientes con la batidora y añade al final el chocolate troceado. Yo utilicé el chocolate del 70% Nestlé postres, porque no sabía si un porcentaje mayor podría resultar un sabor muy potente para los enanos, aunque también podríamos irnos directamente a uno de mayor porcentaje. Mucho cuidado con el chocolate que se hace llamar negro y aún peor "para fundir", porque los totales de azúcares entre unos y otros varía muchísimo. Hago una parada y os explico esto:
Estábamos con la mezcla de ingredientes y chocolate:
Engrasa los moldes de silicona con un poquito de aceite de coco (o de oliva). Hornea 20 minutos a 180 grados.
Desmolda con cuidado y coloca sobre una rejilla.
Una vez totalmente fríos, cubre con una mezcla de chocolate puro (unos 60-80g) con 1 cucharada de aceite de coco (fundido al baño maría o incluso en el micro unos segundos). Te recomiendo que hagas esta operación sobre una rejilla metálica, que a su vez tenga un plato hondo debajo, para utilizarlo como receptor del chocolate que irá cayendo. Este chocolate puedes recogerlo y volverlo a utilizar.
Para adornar, puedes ponerle polvo de pistachos o de cualquier otro fruto seco, pero el verde con el negro contrasta muy bien y se hacen aún más atractivos para la vista.
INGREDIENTES (6 donuts de boniato y naranja, con chocolate blanco)
Para la cobertura
ELABORACIÓN
Tritura en primer lugar el boniato en un procesador de alimentos, o una picadora. Añade los dátiles y la leche. Incorpora el resto de ingredientes (comprobarás que la mezcla se va haciendo cada vez más seca y densa). Yo añadí además un trozo de la naranja que había rallado, para añadir algo más de líquido y poder ligar mejor la masa, pero no te pases (como me ocurrió a mí), porque puede ganar demasiada humedad la mezcla.
Engrasa el molde de silicona con aceite de coco, reparte la mezcla y hornea 14-15 minutos a 180C calor arriba y abajo sin aire. En mi caso, cometí el error de haber añadido más líquido de la cuenta, y necesitó un poco más de tiempo de cocción. Desmolda y espera a que esté totalmente atemperado (puedes meterlo en la nevera).
Cuando estén fríos, hacemos el mismo procedimiento que con los donuts de plátano, en este caso con la cobertura de chocolate blanco. Yo le añadí almendras picaditas, probé con un poco de pistacho molido como podéis ver en la foto, pero me gustó más sin él (caprichitos estéticos, sin más...). El resultado es un bocado denso, lleno de sabor, y que sacia bastante. De hecho, recomiendo que para poder probar un poco de todo, se troceen y se prueben pequeñas porciones. Estamos de fiesta, pero somos capaces de mantener el equilibrio y no transitar entre los polos.